La historia de estos parajes cercanos a Texcoco está íntimamente vinculada a esta ciudad que fue, en tiempos prehispánicos, asentamiento de uno de los señoríos más poderosos del Anáhuac y residencia de monarcas, entre los que sobresalió el rey, pacta y filósofo Netzahualcóyotl, quien gobernó de 1431 a 1472. Cerca de Texcoco están los restos de lo que se conoce como el baño del rey, así como el parque nacional y los restos de una hacienda colonial.
La historia comienza allá por el año de 1567, cuando llega Juan Vázquez a este lugar conocido como Tuzcacoaco y construye un batán con el objetivo de producir textiles. De ahí en adelante arranca una larga historia de cambios y modificaciones, que llegarían hasta la época de la Revolución.
Siglos más tarde, como a mediados del 1600, inicia la construcción de la Capilla del Señor de la Presa, construida por Miguel de Cervantes y Velasco, que se encuentra al sureste del casco de la hacienda. Actualmente es el elemento arquitectónico, cultural y religioso más importante. La tradición dice que dicha capilla se debió a la aparición milagrosa del Cristo que está sobre una roca, imagen iconográfica que goza de gran aceptación y reconocimiento entre los creyentes de la región, principalmente por los milagros concedidos.
Don Antonio Urrutia de Vergara, diseñador de diversos aparatos para apagar incendios durante el siglo XVII, fue el dueño del lugar donde funcionaba un molino, el cual heredó a su yerno, Antonio Flores de Valdés en 1642. De ahí el nombre de Molino de Flores.
Con el tiempo, la hacienda cambió de dueños y se fueron construyendo los sitios que podemos visitar como son la capilla, la casa de los dueños, las caballerizas, las amplias cocheras, las trojes (donde se guardaban los granos), el tinacal donde se elaboraba el pulque y un panteón familiar. Debido a la irregularidad del terreno se hicieron numerosas rampas, terrazas, escalinatas, jardines y cascadas.
En sus inicios el Parque fue una Hacienda que contaba con un molino de granos y una factoría de tejidos. En el siglo XIX la familia Flores la restauró utilizando para la decoración de sus jardines el estilo francés y español, por lo que era conocida como una verdadera Finca Poética.
Actualmente es el Parque es el sitio turístico más visitado de Texcoco por su gran riqueza Histórica-Cultural. Entre sus atractivos se encuentran el caso de la estancia, la iglesia de estilo barroco, la capilla del Señor de las Presas, un pequeño zoológico y las plantaciones de ahuehuetes.
La antigua hacienda de Molino de Flores fue uno de los principales centros de producción de pulque y harina de trigo de la entidad y el país durante la época colonial y del Porfiriato.
Tiempo después, se inició en la hacienda la producción de harina de trigo, cuya explotación dejó importantes dividendos al propietario, y de manera vertiginosa la hacienda se convirtió en una de las más prósperas de la región, la cual adopta la denominación actual del propietario de ese entonces Alfonso Flores de Valdez.
Sin embargo, con el estallido de la Revolución cesó el auge de su producción, por lo cual la propiedad quedó abandonada.
Asimismo, el paso del tiempo, el medio ambiente y la falta de mantenimiento aceleró el grave deterioro que en la actualidad presenta el inmueble en muros y techos.
Fue en el año de 1937, cuando el entonces Presidente de México, Lázaro Cárdenas en el intento de llevar a cabo la preservación del sitio histórico por decreto establece formar el Parque Nacional Molino de Flores.
Sin embargo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia hasta la fecha no ha implementado programa alguno para rescatar el sitio. Por lo cual el Ayuntamiento de Texcoco consideró oportuno presentar al Congreso de la Unión un proyecto para llevar a cabo la restauración del Molino de Flores. En el Zoológico, existen búhos, halcones, aguililla, zorra, coyotes, mono araña, coatíes. Está en buenas condiciones, muy pequeño.
Administración, vigilancia y limpieza. Servicio telefónico y de energía eléctrica.
La Exhacienda Molino de Flores presenta una infraestructura básicamente del casco, que comprende distintos edificios:
Tienda de raya, horno de pan, macheros, tinacal, administración, portero, talabartero, cochera, caballeriza, entrada, monturas, caballerangos, Iglesia de San Joaquín, curato, molino, casa principal, trojes, casa de visitas, rancherías, Capilla del Señor de la Presa.
